Ibai Rodríguez

Deporte escolar y trampas

Cuando hablamos de deporte nos imaginamos los valores que se transmiten a través del mismo, independientemente de la modalidad que se practica; respeto, deportividad, compromiso, disciplina, respeto a las normas establecidas, etc. Valores estos tanto hacia el contrario, como hacia sus propios compañeros, jueces del juego, o espectadores, entre otros.

Cuando hablamos de deporte escolar enfatizamos aún más en estos valores, y los padres consideramos a los entrenadores o responsables del club como baluartes de los mismos.

El mayor problema viene cuando precisamente en el deporte escolar son los propios responsables o entrenadores los que para sacar algún tipo de ventaja dejan a un lado estos valores e incluso son capaces de saltarse las propias normas de competición.

Este domingo día 23 de marzo se ha disputado jornada de Liga Infantil Honor en Gobela, enfrentándose el Romo FC contra el Baskauri FE. Los responsables del Romo han falsificado la ficha de un jugador, el portero, para que en lugar de este niño jugara otro, sin estar inscrito en la competición a disputar, y sin estar siquiera federado.

¿Cómo podemos enseñar a un niño, en este caso al que ha jugado de portero, que las trampas son válidas para alcanzar un objetivo? Este niño es víctima tanto del club que ha falsificado una ficha para que juegue él, como de la aceptación de sus tutores legales de participar en un acto contrario a las normas deportivas, y por ende al espíritu de deportividad que debe inculcarse en cualquier práctica deportiva.

Nos consta que el delegado del Baskauri se ha percatado y se lo ha hecho saber al árbitro que así lo ha debido reflejar en acta. Esperemos que la Federación Vizcaína de Fútbol actúe en consecuencia, no se pueden permitir este tipo de conductas, y además de dar por perdido el partido al club infractor y sancione de modo ejemplar la falsificación de ficha realizada por el Romo FC. Es este Organismo quien está obligado a velar por el cumplimiento escrupuloso del reglamento, así como denunciar las conductas contrarias al espíritu deportivo que sobre todo en estas edades debe regir.

Este acto tramposo además de al propio Baskauri, perjudica al resto de niños de los demás equipos, que compitiendo limpiamente están inmersos en lucha por posición contra el Romo FC, y a quienes les estamos inculcando unos valores de deportividad que son los que siempre deben exigirse en el mundo del deporte.

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